Kathy, como la conocen en su entorno, entrenaba en el equipo masculino de Cross Country de la Universidad de Siracusa, dado que no existían equipos femeninos intercolegiales en esos tiempos. Soñaba con correr los míticos 42k, y entrenó duro para eso. En Marzo de 1967 solicitó los formularios de inscripción para el Maratón de Boston, en los cuales en ningún lugar se especificaba el sexo. Entonces Kathy llenó con sus iniciales los espacios en blanco en donde irían sus nombres: K.V. Switzer. Pagó los 3 dólares del costo de la inscripción, y envió los papeles a la organización.

En las ediciones 1968 y 1969 del Maraton de Boston Kathy no se presentó a competir. Pero algunas mujeres, influenciadas por su ejemplo, se animaron a correr. Tuvieron que hacerlo sin número, ya que en los nuevos formularios estaba impreso "Sólo Hombres".

Hoy, Kathy sigue siendo una apasionada runner, y además es comentarista el deporte en diversos medios periodísticos, principalmente en ocasiones de transmisiones en televisivas en vivo. Además, es autora de los libros “Correr y caminar, para mujeres de más de 40” (1997) y "Maratón Woman" (2007).
En 2011 fue incluida en el Salón de la Fama Nacional de Mujeres en Estados Unidos, por haber abierto las puertas del running al género femenino, desencadenando una verdadera revolución social.
Maratón de Boston de 1973, Kathrine Switzer junto al director del maratón Jock Semple, (que 8 años antes intentó sacarla de la carrera).
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